Para reproducir el paisaje que se quiera en un tapiz, se emplean hilos de diferentes colores. De este modo, las figuras sobresalen visualmente del resto del tapiz a partir de esta diferencia de las tonalidades.
En muchos casos, de todas maneras, los tapices incluyen relieves.
En un principio, los tapices no tenían finalidades estética, decorativa o artística, sino que se colgaban en las paredes para combatir el frio y calentar el ambiente. En estos casos, los tapices se asemejaban a las cortinas o, si eran colocados en el suelo, a las alfombras.